Este tipo de sucesos deben tener un castigo específico, consideró

Por la redacción

Cuernavaca, Morelos, México; 7 de febrero de 2020. La diputada Keila Celene Figueroa Evaristo presentó, ante la máxima tribuna, una iniciativa, por la que se pretende tipificar en el Código Penal para el Estado de Morelos las lesiones en razón de género, como son las amenazas, el acoso o violencia del sujeto activo contra la víctima.

Asimismo, manifestó durante la sesión ordinaria del 6 de febrero, que este tipo de sucesos bélicos deben tener un castigo específico, porque emergen de otro tipo de situaciones. “Hoy busco que en Morelos se distinga una lesión general de una cometida hacia una mujer en razón de su género”.

En ese sentido, enlistó dos causales, que deben tomarse en cuenta:

1. Que las lesiones causadas sean infamantes, degradantes o una mutilación; y…
2. Que previo a la lesión infligida existan datos que establezcan que se han cometido amenazas, acoso o violencia del sujeto activo contra la víctima.

Argumentó que la acción punitiva de estas trasgresiones es cada vez más frecuente, por lo que la pena propuesta corresponderá de siete hasta 14 años de prisión. Sin embargo, si entre el activo y la víctima existió una relación sentimental, afectiva o, de hecho; de parentesco, laboral, docente o cualquiera -que implique subordinación o superioridad, y se acredita que en virtud de esa relación fueron infligidas las lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones-, se impondrán de nueve a 18 años de cárcel.

Durante su discurso puso como ejemplo las lesiones que se causan con sustancias en disolución, como el ácido, que tienen “una fuerte carga simbólica, puesto que son generadas por un odio que marcará de por vida a la víctima”.

Agregó que estos ataques surgen “por un rechazo previo por parte de la mujer a alguna insinuación sexual, oferta de matrimonio, noviazgo, por celos y sospecha de que su pareja está siendo infiel o, incluso, al término de una relación, bajo el testimonio -en todos los casos- que, si no es de él, entonces no puede ser de nadie más”.

Precisó que el ácido se ha convertido en una herramienta, que no sólo pretende causar daño físico, sino también imponer una condena social: “… es la gran marca de POSESIÓN de miles de mujeres”.

Al final, agradeció la presencia de la diputada Alessandra Rojo de la Vega, del Congreso de la Ciudad de México, quien ha sido reconocida por abanderar el movimiento feminista y luchar por la defensa de todas las mujeres.