Pedro Martínez Bello

En el proceso electoral que acaba de iniciar participarán ocho nuevos partidos de once que hicieron su solicitud de registro, lo que ocasionará que, en las próximas elecciones de 6 de junio de 2021, en las boletas electorales aparezcan 19 partidos políticos; la ciudadanía decidirá por los integrantes de los 36 ayuntamientos y 20 diputados locales.

Sin duda, el nacimiento de estos partidos políticos es preocupante: se trata de simplemente secciones partidistas derivadas de conflictos internos, que con la intención de aferrarse al poder crean sus propios partidos con sus propias reglas.

Fueron ocho las asociaciones que cumplieron todos los requisitos solicitados por la ley electoral para constituirse como partido político local, según el dictamen del Consejo Electoral del IMPEPAC de 24 de agosto de 2020.
Se trata de:
A) Movimiento Alternativa Social
B) Sumando Voluntades Podemos Constituir
C) Morelos Progresa
D) Fuerza Morelos Joven
E) Bienestar Ciudadano
F) Futuro
G) Más Apoyo Social y
H) Renovación Política Morelense.

Al existir más opciones por quien votar surge una antigua premisa: “divide y vencerás”, esto es, dividir el voto de la oposición para ocupar un cargo público con una ventaja menor de votos.

La próxima elección será la más grande en la historia de México. Las casillas se convertirán en verdaderas romería por la cantidad de personas que estarán allí el día de la jornada electoral. Por ser una elección concurrente estarán el presidente o presidenta, dos secretarios o secretarías, tres escrutadores o escrutadoras y tres suplentes generales, también habrá más escrutadores o escrutadoras si se realiza alguna consulta popular; habrá también observadores electorales, representantes de los 19 partidos políticos locales más los partidos nacionales, además los candidatos o candidatas independientes que pueden obtener su registro.
En definitiva, el voto quedará pulverizado porque se irá fraccionando y legarán al poder quienes tengan más votos, no necesariamente los que representan a una mayoría de ciudadanos.

Jurídicamente estos partidos políticos lograron su registro por satisfacer los requisitos constitucionales y legales, aunque la pretensión de éstos sea sumarse al presupuesto o financiamiento público si conservan su registro en las próximas elecciones.
Aún perdiendo en las elecciones, los partidos políticos siguen ganando millones de pesos destinados para las elecciones y para gastos ordinarios los siguientes dos años.
La conformación de estos nuevos entes no representa un gasto tan excesivo en este proceso electoral, ya que hay una bolsa que se divide entre los partidos de nueva creación y los candidatos independientes.
El verdadero gasto se vería con los partidos que logren el mínimo de votos en esta elección, ya que además de recibir mayor financiamiento para la próxima contienda, tendrían derecho a solicitar financiamiento público anual para gastos ordinarios.