Por Máximo Cerdio

Cuernavaca, Morelos, México; 18 de enero de 2021. Durante su visita a Morelos, Manuel Castro Salcedo, vicepresidente de la Coalición de Migrantes Mexicanos en Estados Unidos, se reunión con Édgar Castro Zapata y con Pedro Martínez Bello, bisnieto del general Emiliano Zapata Salazar y presidente el Foro Morelense de Abogados, respectivamente.

Charlaron sobre diversos temas, entre otros, de la invitación al historiador Édgar Castro para que vaya a inaugurar una calle del barrio de Pilsen, en Chicago, con el nombre de General Emiliano Zapata Salazar, acto que se realizará en fecha por confirmar; pedimento que Castro Zapata aceptó.

Castro Salcedo dijo que Emiliano Zapata se ha convertido en un símbolo que ha transcendido y ha roto fronteras y generaciones, de tal suerte que ha resultado en un personaje que abandera causas nobles no sólo en Estados Unidos, en el mundo entero.

Afirmó que personajes importantes como el general Emiliano Zapata permiten que se entienda la relación entre nuestra la comunidad y la tierra, o el lugar en donde se vive, se crece y se trabaja.

“Y esta relación hace que entendamos que nosotros también tenemos derecho de la tierra en donde pisamos, así sea en un lugar tan alejado como New York, Los Ángeles o Chicago. En ese sentido nos identificamos con Zapata, porque también defendemos nuestros barrios y nuestro derecho a ser”.

Con el presidente del Foro Morelense de Abogados, Pedro Martínez Bello, se planteó la necesidad de que en estas relaciones de apoyo, cooperación e intercambios cultural, económico, social entre migrantes morelenses que viven en Estados Unidos y los que radican en la entidad, se rijan bajo un marco legal porque de esta manera se les da continuidad y certeza jurídica.

Ambos acordaron celebrar en lo futuro un convenid de colaboración entre El Foro Morelense, la Fundación Zapata y los Herederos de la Revolución. A.C., presidida por el escritor Édgar Castro Zapata, para darle una formalidad legal a estos vínculos.

Sin política migratoria

Otro de los temas de importancia que Manuel Castro abordó fue el de las migraciones.

En entrevista, opinó que el retorno de los morelenses a sus lugares de origen es un asunto muy importante.

Cada estado debería ocuparse de ello, ya que son ciudadanos mexicanos que necesitan reincorporarse, requieren ayuda; en muchos casos también cuentan con gran experiencia y se debe brindar posibilidades de inversión, por ello es urgente un programa federal coordinado con los estados para poner en marcha proyectos productivos de índole social, educativo y de salud.

Las remesas y proyectos de organizaciones de migrantes deben de tener un punto de coordinación y de apoyo con las autoridades federales, estatales y municipales, dijo.

Manuel Castro afirmó que hasta hace poco tiempo no había política migratoria o al menos en Estados Unidos no se conocía en los hechos, la única referencia sobre migración era el paso la Bestia con miles de Migrantes centroamericanos.

El Instituto Nacional de Migración (INM), era una entidad oscura cuyas verdaderas funciones eran desconocidas que no se sabía qué hacía.

“Hay muchas cosas que el gobierno de Andrés Manuel tiene pendiente, apenas se están dando las bases para atender y entender el flujo migratorio que viene del sur.

La política migratoria es una de las muchas cosas que está por arreglarse. Tiene que tener un enfoque humano, explicó.

En cuanto a la migración del norte (paisanos), Castro Salcedo aseveró que es importante generar un fortalecimiento entre las comunidades migrantes y las políticas binacionales.

“Si el gobierno Mexicano y los migrantes jalamos parejo podemos generar dinámicas sociales y políticas que van a favorecer la relación binacional y el desarrollo de las comunidades. Estás tres cosas: abordar la migración de una forma más humana; el saneamiento del Instituto Nacional de Migración, y el fortalecimiento de las autoridades con la comunidad migrante, son los puntos en los que el gobierno de Andrés Manuel tiene que poner especial atención”.

Breve semblanza

Manuel Castro Salcedo nació en la Ciudad de México el 28 de marzo de 1974.

Su padre fue migrante y parte de los mexicanos que viajaron a Estados Unidos con el Programa Bracero.

Vivió de pequeño en Stockton California, hasta los 5 años, su familia se regresó a México en donde pasó toda su adolescencia y etapa universitaria.

En el año 2000 toma la decisión de regresar a Estados Unidos, entusiasmado por la posibilidad de desarrollar una oportunidad laboral.

Esta experiencia en ambos países ha marcado de forma profunda su envolvimiento político y comunitario.

Desde joven tuvo la inclinación de trabajar en favor de los sectores más desprotegidos, lo que lo llevó a ver de primera mano los obstáculos que los mexicanos migrantes tienen en Estados Unidos, pero también el potencial humano que existe en esta población. Asimismo, fue clave para trabajar en organizaciones comunitarias enfocadas en la educación y defensa de los derechos de los migrantes.

Su interés por el trabajo político-social lo ha combinado con su pequeño-mediano negocio con el cual da sustento a su familia, su hijo de 13 años y su hija de 17 años. Ambos nacidos en estados Unidos y con nacionalidad mexicana.