Notas, Zona Oriente

Protestan campesinos y ciudadanos durante la visita de AMLO a Anenecuilco

Guardias y opositores. Foto Máximo Cerdio
Guardias y opositores. Foto Máximo Cerdio

Hubo empujones y un elemento de la CES sacó un arma

Por Máximo Cerdio

Ayala, Morelos, México; 6 de enero de 2019. Como los habían prometido, campesinos, ciudadanos, opositores a la termoeléctrica y a las mineras, y familiares de Emiliano Zapata Salazar, protestaron a la llegada del presidente de México Andrés Manuel López Obradora (AMLO) al campo deportivo de futbol de Anenecuilco.

Aproximadamente 300 campesinos y líderes agrarios, ciudadanos y varios familiares del Caudillo del Sur le salieron al paso a Andrés Manuel López Obrador cuando éste bajó de la camioneta en donde había llegado para dirigirse al campo de futbol y entregar una serie de obras ante pobladores y autoridades municipales, estatales y federales que lo esperaban.

Andrés Manuel iba protegido por escoltas vestidos de civil y mientras varios líderes se le acercaban para reclamarle, entre otras cuestiones, la falta de apoyo al campo, el esclarecimiento del asesinato del activista Samif Flores, la cancelación del Proyecto Integral Morelos y la permanencia de la pintura de Zapata afeminado en el Palacio de Bellas Artes; el presidente de México avanzaba sin contestar entre la multitud que le reducía el acceso al lugar donde e personal de logística había asignado y preparado para que pasara hacía donde miles de personas lo esperaban.

A unos cuarenta pasos, había rejas de metal, y detrás personal de seguridad resguardaban la entrada. Ante el paso de AMLO y sus guardias abrieron la reja a empujones varios manifestantes y algunos reporteros pudieron entrar aun cuando el personal de seguridad se opuso y hubo empujones.

Varios opositores pudieron pasar y le fueron reclamando a Andrés Manuel hasta la siguiente reja, en donde ya nadie, más que el presidente y sus escoltas, pudieron entrar.

Veinte minutos después de que Andrés Manuel había pasado, algunos miembros de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) que tenían camisas de Morelos y de Puebla intentaron abrir la reja custodiada con guardias de seguridad, jalando los extremos de las rejas. Por espacio de cinco o diez minutos los empujones, jalones e insultos ocurrieron ante la mirada de pobladores y protestantes, algunos de los cuales desaprobaron la forma en que los miembros de la UNTA querían acceder al campo de futbol donde se realizaba el evento con el presidente de México, otras autoridades y pobladores.

Andrés Manuel López Obrador en Anenecuico. Foto Máximo Cerdio
Andrés Manuel López Obrador en Anenecuico. Foto Máximo Cerdio

Alguien grito que uno de los guardias había sacado una pistola y los había “amedrentado”; en ese momento los manifestantes cedieron y los guardias pudieron poner de nuevo las rejas para evitar el paso.

(Horas después La Comisión Estatal de Seguridad Pública o CES informaría que el elemento que sacó el arma pertenecía a la  CES, y que se instruyó a la Dirección de Asuntos Internos tome la declaración del elemento y proceda con la sanción que corresponda, toda vez que se ordenó que el personal de la CES que participaría en el operativo de seguridad de civil lo hiciera desarmado.)

Por el sonido local que llevaban los manifestantes se denunció el Andrés Manuel los querían callar con las armas.

Los manifestantes estuvieron esperando en ese mismo lugar por donde había entrado Andrés Manuel por más de una hora a que saliera para encararlo y reclamarle, pero cuando acabó el evento dentro del campo personal de seguridad tuvo que sacar al presidente de México metros más adelante: “tuvieron que pasar por un terreno baldío y luego por un cañaveral, en donde llevaban custodiado a Andrés Manuel, para protegerlo y que llegara a la camioneta que lo trajo”, dijo un testigo.

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