Yesenia Daniel

Zona sur, Morelos; 31 de enero de 2021. En la carretera, los bikers son un cardumen, grandes peces móviles pasan a su lado moviendo sus masas, imponentes, feroces, dejan a su paso esa sensación de superioridad. Si los bikers se separaran al igual que pasaría con un pececito de un cardumen, se volverían pequeños, vulnerables y presa fácil de los tiburones o ballenas que aprovechan su condición para imponer su ley. Los Scorpion´s bikers usan esta táctica de moverse en grupo para salir a rodar a la carretera entre la hostil actitud de automovilistas en los caminos del sur, una zona semi urbana.

El 28 de enero el grupo cumplió 9 años de vida y un aproximado de 38 mil kilómetros recorridos en diferentes rutas de terracería y carretera que han hecho en la geografía de la zona sur, desde el exótico Coatlán del Río hasta el revolucionario municipio de Tlaltizapán de Zapata, la zona sur se presta para andar en bicicleta con cualquier intención de practicarla, ya sea como aficionado, usuario asiduo, recreativo, como medio de transporte o a nivel de competencia, cosa que difícilmente pasa en las zonas urbanas como Cuernavaca por el gran número de automóviles que plagan las calles y la falta de cultura vial.

“Pueblo bicicletero”

En la zona sur la cultura vial tampoco es un tema aprendido a pesar de que la bicicleta ha sido el medio de transporte por tradición de campesinos y los comerciantes por citar sólo algunos, los Scorpion´s Bikers creen que su trabajo a lo largo de estos nueve años ha mejorado la educación vial para considerar a los usuarios de bicicleta cuando circulan en las carreteras, Jaime Reynoso, uno de los fundadores junto con José Toledo, explica que su gusto por la bicicleta surgió por necesidad, pues un alumno de ellos vivía muy lejos de la escuela, la manera más económica y autosustentable fue conseguirle una bicicleta y acompañarle en lo que el alumno conocía bien el camino, la necesidad los llevó a descubrir un mundo de posibilidades de las que podían echar mano sin gastar dinero pues tenían todo: clima, geografía y espacios abiertos con diferentes tipos de condiciones para probar, fueron explorando y conociendo el cicloturismo, el deporte en sus diferentes niveles de dificultad, la recreación a borde de dos ruedas, y a la par, desarrollando valores grupales “nadie se queda atrás, todos vamos y regresamos juntos”, con ello el compañerismo, la amistad, la solidaridad, la fuerza y el respeto son parte de los valores de los Bikers.

“Nosotros no sabíamos nada de ciclismo y mucho de lo que hemos puesto en práctica viene de un documento que nos encontramos curiosamente en la Ciudad de México en donde a pesar de que es una de las ciudades más grandes y complejas a nivel latinoamerica, han avanzado mucho en el derecho de los ciclistas para hacer un uso compartido y respetuoso de los espacios públicos, en donde no sólo hay automovilistas sino también ciclistas y peatones, la calle debe ser de todos de manera segura; este documento es el Manual del ciclista, de allí hemos aprendido mucho, como ejemplo esto que comentaba, movernos como una manada, rodar juntos porque si te ven solo los conductores, sobretodo de los autobuses o carros grandes te quieren rebasar, nadie quiere ir atrás de un ciclista, pero abusan de este poder y tamaño que tienen, quisieran que no ocuparas la carretera y muchos de esos abusos terminan en accidentes y otros en atropellamientos porque en la zona sur también hemos tenido ciclistas atropellados, lamentablemente”, indica Jaime Reynoso.

Con el paso de los años el grupo se ha nutrido y ha rodado con diferentes personas con diferentes visiones y necesidades, han aprendido y han aportado, recientemente compartieron sus experiencias y conocimientos en la elaboración del Reglamento de Tránsito y Vialidad del municipio de Jojutla, en donde se incluyen derechos y obligaciones de ciclistas, también han propuesto varios proyectos a favor de usuarios de bicicletas como la creación de infraestructura vial para que ciclistas o usuarios de vehículos sin motor puedan hacer uso de estos lugares.

“Conforme hemos crecido nos hemos consolidado, desde hace unos años ya tenemos un uniforme, usamos el color amarillo porque el amarillo es de los primeros colores primarios que identifica la pupila humana y bajo el principio fundamental del ciclista es que debe hacerse visible por su seguridad, y el amarillo cumple esa función además de ser un color preventivo. Amarillo combinado con negro para el contraste, además nuestro símbolo es un alacrán o escorpión, una de las especies endémicas de la zona sur de Morelos, zona caliente en donde abundan este tipo de arácnidos, y al igual que ellos nos movemos por la geografía del lugar, recorremos las rutas que hemos identificado y en nuestro paso hacemos consciencia del respeto y el cuidado al equilibrio ecológico, el respeto a la naturaleza y sus elementos”, indicaron.

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