Su visita en Jojutla se debe al diseño y donación del traje que portará el maratonista en su carrera de este domingo. Las maestras de danza folklórica Astrid Domínguez y Yasmin Domínguez diseñaron un traje en manta con la imagen del dios Tláloc

Por Yesenia Daniel

Jojutla, Morelos, México; 22 de agosto de 2019. Ernesto Nava Solares tiene 55 años de edad, es emigrante mexiquense y desde hace más de 30 años radica en la ciudad de Milwaukee, Wisconsin.

Hace 7 años empezó a correr y su necedad lo llevó a romper sus propias barreras personales, se propuso correr descalzo y luego se animó a vestir un traje de danzante de las culturas prehispánicas de México para mostrarse orgulloso de sus raíces, ahora se desempeña como uno de los pocos corredores mexicanos descalzos fuera de su país, si no es que el único.

Nava Solares, que ya estableció su vida en Milwaukee, y que ahora es padre y abuelo, quiso recuperar las riendas de su vida luego de caer en un problema con el alcohol, se rehabilitó y pisó las pistas de atletismo, la primera vez se llevó la mala impresión de que no resistió ni un kilómetro y medio pues quedó agotado, pero poco a poco se fue venciendo a sí mismo y 3 meses después se inscribió a su primer maratón (42 kilómetros 185 metros)

Al igual que pasa en muchas ciudades de Estados Unidos con población migrante de mexicanos, en Milwaukee, los connacionales atesoran las expresiones culturales que los mantienen anclados a su tierra, en aquella ciudad hay grupos de danzantes y Ernesto se fijó en ellos, «¿cómo es que tienen la condición física para bailar, bailar y bailar sin fatigarse?», pensaba. «¡Lo hacen descalzos!» y de ahí tomó la idea.

Solares entrenó un año antes sin zapatos para poder competir en maratones, primero un kilómetro, después dos y así consecutivamente, en condiciones extremas porque en Milwaukee cuando hace frío la temperatura baja hasta 25 grados centígrados y cuando hace calor alcanza hasta los 90 grados Fahrenheit, sus pies se han acostumbrado a las condiciones extremas sin sufrir cortaduras, llagas o lesiones.

Originario de San Mateo Otzacatipan Toluca, Estado de México; Pies Descalzos Ernesto Nava (como se encuentra en FB), buscó formas de estar en sintonía con el mundo, pensó y se analizó cómo es que su cuerpo respondía al esfuerzo al que se sometía y concluyó que la filosofía prehispánica de las culturas mexicanas indicaban un equilibrio con el entorno, usar el agua, aire, fuego y tierra a su favor pero también incluir el espacio.

«Muchos me llaman loco por lo que hago pero yo soy feliz corriendo, no le hago daño a nadie ni lo hago por dinero, me gusta correr descalzo y portando el traje azteca orgulloso de mis raíces», comenta el deportista quien lamenta las expresiones de burla de parte de los propios mexicanos que han crecido en Estados Unidos rechazando sus raíces mexicanas, mientras que los extranjeros aprecian y se sorprenden de los colores o figuras del traje azteca.

Este domingo Ernesto Nava, atleta de maratón y ultramaratón participará en la 37 edición del Maratón de la Ciudad de México que organiza el Instituto del Deporte de esa ciudad a través del Instituto de Mexicanos en el Exterior y del consulado de México en Milwaukee, representando a los emigrantes mexicanos en el extranjero.

Su visita en Jojutla se debe al diseño y donación del traje que portará el maratonista en su carrera de este domingo. Las maestras de danza folklórica Astrid Domínguez y Yasmin Domínguez diseñaron un traje en manta con la imagen del dios Tláloc, que confían le dará fuerza y dará buen camino a Ernesto Nava.