A ocho años, reactivan el movimiento contra la concesión minera por temor a una devastación

Por Máximo Cerdio

Cuernavaca, Morelos, México; 7 de enero de 2020. Integrantes del Movimiento Morelense Contra la Minería Tóxica por Metales en Defensa del Agua, la Biodiversidad y la vida, así como investigadores, advirtieron a la población que, sino se movilizan para exigir al gobierno federal la cancelación de la concesión a la minera canadiense Álamos Gold Esperanza Silver, el daño a la salud y el medio ambiente será irreversible.

Rafael Monroy Martínez, del Centro de Investigaciones Biológicas, señaló que ningún proyecto capitalista en todo el mundo, es sustentable, que así lo han hecho creer para que la gente no se oponga.

Sin embargo, advirtió que, si se permite la explotación de esta mina a cielo abierto, muy cerca de la zona arqueológica de Xochicalco, devastará el territorio y la salud de la población, porque se respirará arsénico y si el aire no los mata, los matará el jitomate o lo que se coman porque las aguas con las que las rieguen estarán contaminadas.

Lamentó que pocos investigadores han advertido sobre los riesgos de la minería a cielo abierto, “y están más preocupados por su aguinaldo y quincena y no les importa lo demás, también la gente, solo se preocupa que no le llegue agua en su llave, solo así se movilizan”.

Ante esto, hizo un llamado a la población para que hagan conciencia y no permitan un ecocidio, porque, aunque les digan que es sustentable no lo es.

En tanto, Antonio Camacho Romero, integrante del Movimiento Contra la Minería Toxica por Metales en Defensa del Agua y la Biodiversidad, pidió al presidente de la Republica que cancele la concesión a esta minera canadiense y no otorgue más concesiones, porque denunció que hace dos semanas, reactivaron los trabajos de exploración a pesar de que no cuentan con los permisos para iniciar la explotación.

“Pero en cualquier momento, pueden traer máquinas y devastar todo, porque desde hace varios años, han trabajo sin los permisos”.

Hace unos días, hubo un derrumbe en el cañón del Sumidero en Chiapas, donde lugareños denunciaron que se debió a los trabajos de explotación de una mina muy cercana a la zona y lo mismo temen que suceda con la zona arqueológica de Xochicalco si se permite a la empresa canadiense que comience sus trabajos.